Por una redistribución de recursos justa y resarcitoria

Urge para Nuevo León un cambio en materia de participaciones federales para que se queden en la entidad gran parte de los impuestos que se generan aquí.
Con motivo de las elecciones que tendremos el próximo 6 de Junio, la mayoría de los candidatos a gobernar nuestro Estado, han incluido dentro de sus agendas de campaña, buscar aumentar los recursos que conforme a la Ley de Coordinación Fiscal, se transfieren a nuestro Estado, llegando incluso a plantearse la posibilidad de abandonar o desincorporar a nuestro Estado del Convenio de Coordinación Fiscal, cuyo antecedente se remonta al año de 1953, con la primera Ley de Coordinación Fiscal en el País.
Dicho sea de paso, esa Ley ya ha tenido dos grandes modificaciones en sus fórmulas de reparto, la primera en 1980, (que incluso abrogó a la Ley de 1953) y fue cuando entró en vigor el Impuesto al Valor Agregado, en sustitución del Impuesto sobre Ingresos Mercantiles, y es ahí cuando los Estados dejan de aplicar algunos impuestos estatales (se ponen en suspenso) así como el cobro de algunos Derechos, mientras se mantenga la “Coordinación” con la Federación, a cambio de una participación en la Recaudación Federal Participable (RFP).
La segunda modificación a la fórmula es de 2008, cuando atendiendo a los reclamos de los Estados con mayor actividad económica, se introdujeron nuevas variables, como el crecimiento del PIB estatal, para determinar los recursos que serían transferidos a los Estados, buscando privilegiar el objetivo “Resarcitorio” de la fórmula, y empezó a aplicarse en el margen, es decir, solo al incremento en la RFP, que se registrara a partir de 2008, manteniendo sin cambio los recursos repartidos en 2007, para que ningún Estado viera reducidas sus participaciones con motivo de la nueva fórmula.
Sin embargo, para NL, después de 13 años de estarse aplicando la nueva fórmula, la cual aplica ya al 56% de la RFP, el aumento porcentual en participaciones, es casi nulo, esto debido a que se incluyó el PIB y los impuestos locales, pero atendiendo en mayor medida a su “Crecimiento” y no a su montos absolutos, lo que favoreció a los Estados con menores indicadores absolutos, ya que una base reducida, proporciona mayores márgenes para “crecer”.
La Federación, a través del Fondo General de Participaciones, reparte el 20 por ciento de la RFP, la cual se integra con toda la recaudación de impuestos federales que recibe, los derechos de minería y buena parte de los ingresos petroleros, y si consideramos los ingresos que transfiere a los Estados, adicionales al Fondo General, que suman como un 7 por ciento de la RFP, al final se viene quedando como con un 73 por ciento de la RFP, para su gasto.
Si bien los Estados no se oponen a que la Federación transfiere más recursos a las Entidades Federativas más necesitadas, y de menores ingresos, el reclamo es que NO lo haga con los recursos del Fondo General de Participaciones, sino con su 73 por ciento que se queda, y que el reparto sea cien por ciento “Resarcitorio”, es decir, que devuelva exclusivamente en función de los impuestos que aporta cada Estado, y no aplicando “fórmulas” para esos efectos, aunque aquí ya hay un riesgo, pues de aceptar esta propuesta, la Federación podría aplicar el mismo principio “Resarcitorio” con la recaudación petrolera participable , separarla de la recaudación de impuestos, y repartir estos recursos solo entre los Estados donde se extrae el crudo, y nos iría “peor”.
Lo anterior, sin considerar los problemas prácticos de esta propuesta “Resarcitoria”, ya que implica que conocemos con certeza el monto de los impuestos federales paga NL a la Federación, lo cual es prácticamente imposible, debido a que el pago de impuestos federales se realiza con base en el domicilio fiscal del contribuyente.
Por ejemplo, una cerveza Tecate, que se produce en Toluca, con insumos provenientes de diversos Estados, y que se vende en Mérida, los impuestos federales los paga la Cervecería en NL, aún y que sea gran contribuyente, lo que pone de manifiesto la dificultad para determinar, con certeza, cuántos impuestos paga realmente NL.
En el caso del IVA y del IEPS, la problemática es aún mayor, ya que las Leyes disponen que estos impuestos, en el caso de importaciones, sean pagados en la frontera de ingreso, razón por la cual Tamaulipas ocupa el segundo lugar nacional en recaudación de IVA, y Veracruz el segundo el IEPS, esto por las grandes importaciones de gasolinas.
NL nunca ha aplicado ISR, IVA o IEPS a nivel Estatal, es decir, NO son impuestos que están en “suspenso” con motivo de la adhesión al Convenio de Coordinación Fiscal, solo están suspendidos algunos impuestos locales de mínima cuantía, como al aguamiel y a los fósforos, por lo que una eventual salida de la coordinación fiscal, más que aportarnos ingresos por “recuperar” impuestos locales en suspenso, nos dejaría sin participaciones en impuestos federales, y sin aportaciones del Ramo 33.
Peor aún, los ciudadanos de NL tendríamos que seguir pagándole impuestos a la Federación, ya que así están las Leyes, y a la fecha, no hay ningún mecanismo legal que le permita al Estado conseguir esta deferencia, de dejar de pagarle impuestos a la federación, lo cual debe negociarse de manera favorable, previo a cualquier acción.
Ahora bien, en cuanto a las estimaciones que cuantifican los “centavos” que la Federación le regresa a nuestro Estado, por cada peso aportado, (suponiendo que conocemos esta cantidad) generalmente solo toman en cuenta los recursos que entran a la Tesorería del Estado, en unos casos, solo contabilizan los recursos recibidos vía Participaciones y Aportaciones (Ramos 28 y 33) los cuales, para este año 2021 suman $65 mil millones de pesos, y si sumamos los ingresos vía Convenios,que si bien son de carácter discrecional, son recursos federales que llegan al Estado, así como los Incentivos de la coordinación fiscal, los recursos federales que recibirá NL en 2021 ascienden a $78.9 miles de millones de pesos.
Sin embargo, es importante señalar que muchos recursos federales, que provienen de la RFP, la Federación los eroga directamente en nuestro Estado, sin que pasen por las arcas estatales, como por ejemplo, las pensiones del IMSS que se pagan en NL, que dispersa directamente la Tesorería de la Federación, las pensiones a adultos mayores y a discapacitados que paga la Secretaría del Bienestar, los apoyos a diversos programas sociales, como jóvenes construyendo el futuro, madres con hijos pequeños (antes apoyo a Guarderías), programas como sembrando vida, los sueldos y el gasto corriente del Ejército y las dependencias federales en cada Estado, así como las obras de infraestructuraque paga directamente la SCT, entre otros gastos de inversión pública federal.
Evidentemente, como mucha de la información relevante para este debate no se encuentra disponible, no es posible llegar a consensos ni a conclusiones en esta materia, aunque persiste ese sentimiento de injusticia en el reparto de recursos federales.
Finalmente, no solo hay centralismo y objetivos “Redistributivos” en los impuestos federales, sino en todo lo que se hace a nivel nacional, y el IMSS es otro ejemplo, ya que las cuotas obrero patronales que se pagan en NL, van a parar a CDMX, mientras que el “Gasto” de la Delegación Regional de NL, se acuerda y se negocia en las oficinas centrales, y atendiendo a este objetivo “Redistributivo”, una parte de nuestras cuotas, que deben aplicarse exclusivamente a nuestros trabajadores, van a parar a otras delegaciones deficitarias, con necesidades de recursos.
La propuesta concreta, es que este discurso “Federalista” de los diferentes candidatos a gobernar nuestro Estado, incluya también a las cuotas que pagan los trabajadores y los patrones de NL, para que se queden en NL, y que el gasto de las oficinas centrales, se prorratee entre todos los Estados de la República, ya que casi 20 centavos de cada peso que se paga en NL al IMSS, se va a atender necesidades de servicio médico en otros Estados.
Marco A. Pérez Valtier
Presidente del Comité de Finanzas Públicas
marcopmx@prodigy.net.mx